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viernes, 13 de mayo de 2011

Con->Secuencia



Hay cosas que no puedo explicar lo cual no me evita sentirlas. Hay cosas que se me escapan de las manos y otras del pensamiento, a como hay otras que se me incrustan sin querer salir. 

Atravieso ahorita la tempestad, porque en esta vida, el viaje que representa mi vida, hoy, en el presente, en este mismo segundo perteneciente a un minuto y a una hora de un día que es hoy, porque ahorita, en mi momento sublime en el que justo estoy escribiendo esto puedo percibir muchísimas cosas. Podría decir por ejemplo "Puedo escribir los versos más tristes esta noche, escribir por ejemplo la noche está estrellada y titilan azules los astros a lo lejos…” “A lo lejos alguien canta, a lo lejos..."(Neruda). Podría decir que siento como la piedra que se hizo cada vez más grande llamada -karma- me está cayendo encima cual bola de estupidez que duele y golpea con una frialdad horrible en mi corazón…  Entonces recuerdo que cuando uno siente tristeza deja de ver otras cosas, esas que NO son tristes, y también cuando uno está triste se le escapan detalles que son importantes… Pero también es importante recordar que todo pasa porque tiene que pasar, -tal vez ahorita no lo entienda- he dicho tantas veces, -tal vez no me corresponda…- tal vez es parte del plan que desarmó mi plan o tal vez fue más bien culpa de no planear, ¿quién lo sabe realmente? Porque al final del ocaso, justo antes del último destello rosado hay una frase que retumba en mi cabeza: "NO existen ni premios ni castigos, sólo consecuencias"... Sí, consecuencias.

Y la palabra pesada del día, de la semana y del año es y por mucho CONSECUENCIAS. En el vasto amanecer de mi preciado tiempo, en estas mañanas en que me levanto sin querer despertar, en que me acuesto sin querer dormir, en que todo casi absolutamente todo pareciera ser gris es cuando necesito abrir más mis ojos y echarme para atrás a ver si puedo apreciar el panorama completo y no sólo la parte comprendida en el diámetro de lo que actualmente “veo”.

Las conjeturas ya no sirven, no sirven las lágrimas, aunque no puedo negarlo que esto duele con un sabor a sangre fría acompañado con ácido desgarrador, no puedo negar que quisiera fúnebremente que se acabase el mundo en aproximadamente cinco segundos o que, por el contrario, el tiempo se detuviese para mudarme de planeta… ¡qué sé yo! Quisiera no tener que dormir por las noches para no tener que amanecer al día siguiente, cuando amanece quisiera no tener que despertar porque aunque tengo pesadillas son irreales contraria cosa a mi realidad que aunque pareciera pesadilla es simplemente real. 

Y viene hacia mí, lo que sea que viene ya me está mandando su ardides de lejos porque sé que aunque viene de camino aun tan cerca no está. Y viene con poderío y sus mil estrategias y yo lo veo venir ¡qué más da! Si es tiempo o no de morir en paz, por ahora sigo viva y lo único que puedo hacer es enfrentarme. 

Pongo mi cara entonces y mi cuerpo entero porque esta pesadumbre gris que ahorita me acompaña aún no ha podido conmigo. Hay infinitos puntos en esta realidad irrevertible en que todo converge como por inmediación invencible, en que todos los caminos se cruzaron para tener un sentido claro en común, en el que todos los pensamientos se forjaron para ser parte de  un mismo ser. Tal vez yo claro no lo pueda ver, tal vez se me mojen los ojos rezando todas las noches buscando respuestas, tal vez la cabeza se me estrelle varias veces al día en el mar negro de la desgracia retorcida, en donde todo apesta a pudrición y todo está muerto, en ese mar muerto en  donde me pone mi propia cabeza para morir en la locura oscura de la auto-aniquilación, pero ¡qué va! Yo me doy cuenta del plan y la mente, aunque poderosa, es una parte de mí no mi yo total.

Yo emprendí mi viaje, había dejado mis maletas para alguien y recién me encontré las de alguien más en el camino, las recogí y me ha sorprendido lo que hay  en ellas: un sinfín de vivencias que se me pegaron a la piel como una condensación melosa, creí que era mi fin, creí que iba a escribir otra vez poemas tristes y deprimentes, de esos en los que describo el sin sentido que me embriaga, sin embargo dije NO. Lloro si tengo qué pero inmediatamente después me seco las lágrimas y sigo, aun cuando sé que después puede que llore otra vez, qué importa, corre sangre por mis venas aún tengo una oportunidad, aún tengo vidas en este juego de realidad virtual, si fracaso lo re intento otra vez, saben ¿por qué? Porque aún TODO no es suficiente, siempre queda más por dar.

No puedo dejar esta introspección adyacente, no puedo abandonar mi objetivo porque dije que no sería fácil y no me puedo rendir, no sé qué vaya a pasar, el reto más grande para mí o uno de tantos: caminar sin saber para dónde voy y aun así seguir caminando simplemente con la creencia de que todo estará bien, o sea caminar a pura fe. Yo que siempre pregonaba del control, de tener en mi cabeza cada cosa en su lugar, porque yo me jactaba de conocer y adivinar, de saber en qué segundo algo se movía en el panorama global mental que poseo y por el cual mi cabeza tiene una fiel réplica exacta de todo mi alrededor, pero ¿saben qué? Hoy por hoy en este minuto veintidós de esta hora perteneciente a este día digo lo siguiente: Cuando más la mente caprichosamente cree tener la razón es cuando  más equivocados estamos. Lo digo con convicción, porque la razón habita en la cabeza pero la convicción es del corazón.

Siento ya los golpes, los susurros, los reproches del pasado que me quieren hacer retroceder, he tenido plagas por las noches que me llegan a morder y sueños y visiones que me hacen mi mirada devolver, pero siempre tengo algo más fuerte y ese algo es mi ser. Búsquenme demonios, que acomodándose en el frío de mis huesos me quieren envolver creyendo que la ironía en mi vida quiere envejecer, susurrándome palabras que no he de entender con su lenguaje de intención macabra en donde ya no quiero yacer.

Hoy  tengo el poder.  Hoy tengo la oportunidad. Hoy lo voy a hacer y lo seguiré haciendo. Hoy tengo el mundo a mis pies.

Las lecciones se me clavan en los ojos, la secuencia de todo lo que he hecho, aun cuando ya me he sentido mal por haberlo hecho, aun cuando pensé en el momento que no podía ser tan malo, aun cuando pensé que era otra cosa, hoy puedo decir esta es mi consecuencia, la enfrento con todo lo que soy aunque me arranque el pecho poco a poco y me quiera acabar, si viene es porque yo la tengo que esperar y si llega es porque se tendrá luego que ir.

La celda que me ampara está tan sólo en la mirada de la consecuencia, yo decido meramente qué hace en mí, yo quiero aprender, yo aprendo y aprendí, me muevo al siguiente nivel, subo un escalón y sigo, porque en el aire que respiro está la vida, porque cada vez que abro mis ojos veo mi alrededor que tan sólo es ejemplo de todo lo que soy pero siempre quiero ser mejor. La pretensión, la lucha del que no se rinde nunca, el poder de la convicción y la fe. Indiscutiblemente tengo TODO a mi favor. 

Nada es imposible para Dios, yo tengo a Dios en mí, nada es imposible para mí. No me da pena decirlo porque mi Dios no es pagano, no es mentiroso, no es santurrón, no sigue estereotipos… Simplemente es sabio y no está arriba, está en MÍ.

Vuelo ahora sobre el pantano aprovechando una última oportunidad, buscando en los recovecos algo por salvar no porque me crea heroína sino más bien capaz, sencillamente todo es posible. ¿Lo entienden? TODO es posible. Cuando se combaten las zonas erróneas, cuando los demonios se van la mente es poderosa en su afán porque se tiene FE y todo lo demás queda de lado.

Yo en mi yo encerrado ya no estoy presa, soy libre. Habita en mí una satisfacción indestructible. Me dreno del poder de las raíces, la lluvia lava mis desdichas, siento la liberación en mí moviendo cada mililitro de sangre que hierve en las vías de mi cuerpo, mis ojos son el fuego que funde toda pesadilla para convertirla en un arma más para luchar. NO necesito de la tecnología ni de las distracciones que el mundo en su afán ambicioso me ofrece para venderme una realidad inexistente, mi realidad es ésta, la vivo como si se fuese acabar pero aun sabiendo que no se va acabar porque es eterna y es eterna siempre y cuando yo así lo quiera. Ésta es mi realidad y el hoy me da la oportunidad de hacerla como yo quiera.

Esta CON-Secuencia es tan sólo una era de mi ser, me ha dado el gusto de volver a nacer aunque tenga que volver a morir para volver a nacer una vez más, como las actualizaciones de las aplicaciones en un ordenador, siempre buscando la forma de mejorar, mejorando, siempre subiendo un escalón, avanzando. 

Podrías no querer creerme leyente, sólo cuando lo sientas lo harás, mientras aguarda en la parada del bus de la soledad buscando una compañía barata para huir de la verdad, igual te perseguirá hasta que un día sin preámbulo te dejes consumir entre el mar negro oscuro y muerto de tu pesadumbre gris o por el contrario decidas proseguir, es una de dos, inteligencia o estupidez, la decisión es el poder.

Bajo los mantos de la divina luz, en esta tierra que hierve desde su núcleo, en todos los átomos de miles de elementos combinados, en cada sustancia real, en cada formación geológica, en cada superstición ilógica, en el milagro de la vida, del ser, en el don incomparable de sentir, yo levanto mi cabeza para subir, estoy lista para mi regreso pero aún falta un poco más, este es sólo el comienzo y después vendrá la eternidad.

Programa todas tus volteretas, el enemigo que viene ya se irá. El poder lo tengo conmigo, lo tienes contigo, no lo dejes ir, busca la manera. El poder fluye en tus venas, respira con tus pulmones, desecha tu pena, todo lo supera. La fuerza está adentro, sácala y déjala ir.

Siguen habiendo cosas que no puedo explicar, soy bruja medieval, maga ancestral, tan sólo una mortal y eso me da el poder de mucho más. Sé lo que quieras ser, invierte todo en ello, busca tu sentido, albérgalo, prueba todas las opciones, tira lejos las razones pues no siempre tienen la razón, busca el camino correcto o aguarda que se te muestre, mira las señales, tus ojos ven lo que quieren ver PORQUE TU Y SÓLO TU TIENES LA LLAVE.

¡Saludos!

Ana Lía Casvar

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