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jueves, 12 de agosto de 2010

CARTA A UN PRECEPTO

Querido Yulo: 

Hoy me di cuenta cuan irresponsables somos las mujeres, queriendo siempre mostrar algo que no es o que no existe. Nos inmiscuimos en pesadumbres de mentiras tontas y emboscamos a los hombres, los usamos, jugamos con ellos y en el menor momento los desechamos como la estopa que ya no tiene nada. ¿Cómo es posible que nadie nos detenga? Haciendo siempre estragos hasta de lo que el mismo Dios maneja. Luego le lloramos al cielo… como hoy, que a él miro y me avergüenzo por esta naturaleza vana e ingrata. 

No servimos mucho y de cuanto hacemos culpamos a otras y a otras, hasta terminar las culpas en los hombres, pobrecitos, luego anhelamos que nos amen y nos quieran, nos respeten y nos sean fieles, después de cuanta vileza les hemos hecho. Ellos sólo miran y callan, y se decepcionan y se lo guardan; pienso no es justo, Yulo. ¿Qué tan hermosa y ciega puede ser una mujer?... A leguas se les nota lo que profunda y verdaderamente desean, sin embargo no nos importa y como el peor liberalismo les extraemos todo al menor costo, más tarde ellos se quedan sin nada, abandonados de cariños y de complementos de alma… 

Hoy me di cuenta cuan interesantes y preciadas nos consideramos. Sudando a montes y lunas los cuerpos fogosos sin saber que el fuego interno es el que necesitan, o peor, sabiéndolo y no haciendo nada. Luego nos quejamos, que para ello somos expertas, y reventamos en ilógicos reclamos, y motivos y razones inventadas que por nuestra habilidad frívola y manipuladora ellos creen ciertos y se arrastran pidiendo la disculpa… 

Nos vestimos, hablamos, comemos y comportamos en función de lo que creemos que supuestamente quieren y desean con vigor. Mas el hombre, Yulo, no es tan vano, siente y se emociona y se entristece, y no sabe expresarse porque de todo y cuanto ha dicho y hecho la mujer se ha mofado y lo ha hecho sentirse nada. 

¿Qué quiere verdaderamente un hombre, Yulo? Quiere conforte, protección, tranquilidad, cuidados, risas, paz, AMOR… de las palabras que la mujer sabe profanar a perfección, pero que en realidad ni siente y por ello es que está vacía… 

¿Qué desea un hombre? Dejarse ser creo yo… mas no creo que eso sea nuevo y único. Desea ser amado de verdad y TODO lo que esto conlleva… 

Ana Lía Casvar 2004

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