wibiya widget

jueves, 12 de agosto de 2010

Mi engaño o tu verdad

¿Por qué tan ambiguo? – Te pregunto siempre y como siempre: nunca contestas. Temes lo que sientes, no lo que yo siento, y temes elegir y como temes tanto eres un gran temeroso, pero temes al final de cuentas de mí… Pues es mi cabello enredado al igual que tu vida conmigo, y son mis labios carmín carnosos como tu deseo de estar a mi lado, y son mis ojos tristes, tímidos y poderosos, como tu miedo de seguirme, y mi sonrisa cautivadora como siempre lo soñaste todo, y mi niña por dentro como tu niño oculto, y mis manos y pies como la mujer de Bennedetti que podía volar y hacerte volar a ti… Porque fueron y son mis besos la suavidad más exquisita y magnánima con que probaste a fin de enloquecer la tan buscada magia, y porque fue y es mi silencio las palabras más pronunciadas que escuchas cuando callas, cerca o lejos en la distancia y aun así te matan… 

Y ahora yo aquí me quedo… y tu allí te quedas… y se pasará el tiempo… y yo te comprenderé unos días menos y otros más hasta que al fin logre olvidar tu existencia… 

Y a ti sólo te sobrará… alimentar las plantas de tu mamá, sentarte en un tronquito a la orilla del mar, visitar la bodega del patio de tu casa, pensar en medio de las montañas de tu infancia, recordar las aventuras de Eliseo, las esquinas de mi barrio, un edén “feo”… cantar y bailar a tu bien y a tu mal, siempre acompañado, porque solo y en el silencio me llama la noche y brilla mi voz en la espada que atraviesa lo que te queda de alma… 

Ana Lía Casvar (05, 2005) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario