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martes, 2 de noviembre de 2010

Lo que dejan las partidas y el amor


 ¿Rastro?

Porque cuando cierro estos ojos
estás aquí como una presencia omnipotente
Matándome
extirpándome la mente
recorriéndome los poros
desarmando mis ideas poco a poco

Has dejado en este silencio
la caricia de tus dedos
el brillo de unos ojos enamorados
la respuesta de los míos en el mismo lado…

Has dejado mi boca aún húmeda
el llano deseo en búsqueda
pero aunque estás, no estás
y ¿cómo se lo explico este azar?

Sin Rastro

Porque esta piel ya no goza de tu compañía
porque estos ojos ya no encuentran los tuyos en cacería
porque el poder dejó de ser poder
si te fuiste sin volver

La mano vacía que busca calor
en el crepúsculo de la idea al vapor
cada noche, sí, señor
una incoherencia de mal de amor

La atadura del corazón
unánime holocausto sin razón
estoy ya desnuda y vacía
en la colina sin vida

Estoy...
Desquiciada, ya sin lógica ni sentido
las palabras que se pierden en el olvido
mis manos que a morir quisieran ir
antes que vivir sin ti

Mi boca busca tu tersura
mis labios desesperados por tu locura
odio amarte
polvo al aire
suspiro escondido
aire comprimido
pero igual te amo, amor mío…

Te odio y te amo,
peor que Catulo en verano
y bailando en la intensión en vano
geranios muchacho,
no hay motivo, ahora es maltrato

El ojo que brilla de felicidad
no significaba nada más
sino que tu compañía,
tu abrazo y osadía
eran para mí el mundo y más allá…

Creí en tu palabra
no escuché a la bruja macabra
y hoy que todo es peor que antes
camino contra corriente ya sin buscarte

No hay más sueños,
te cuento,
ni dormida, ni despierta
la fantasía
de la que nos creíamos dueños
se ha podrido en agonía
y no encuentro
más sentidos en nuestros cuentos
la historieta que creamos se quemó

Aún baila y canta el sentimiento
cometeré el asesinato por duelo
ahogaré lo que tengo
y te aseguro, desaparecerá por completo

No hay rastro, muchacho
el viento que te trajo
te ha sacado de mis trapos
y aunque llore como niña
aunque grite en riña
revolotee por el dolor
pongo mi mano en fuego
y mi palabra de honor
que no existirás pronto
en éste, mi mundo

Lo siento,
la tendencia se apoderó
pero muchacho
la verdad está desnuda
posa y me inunda
con su malicia instintiva
con su característico vigor

Te doy  mi palabra,
que esta bruja de la escoba ya cayó,

Te doy mi palabra,
que este deseo,
en mis enaguas, a incitarte que me atrapes
ahora se esfumó…

Con rastro

¿Será que eso quiero hacerme creer?
¿Será que si de pronto vienes no tengo como decirte que no?
¿Será que tan idiota me ha dejado este amor?
O ¿será que tan masculina es mi intensión de sexo sin pudor?

No lo sé, señor,
Mente en blanco, calor
Manos vacías, frío entorpecedor
Silencio forzado
Silencio agotador
Recombinación
ésta es otra versión
otra, ésta no soy yo

Y tal vez y sólo tal vez, acaso,  ¿podré despertar sin recordar lo que pasó?


Ana Lía Casvar

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