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jueves, 31 de marzo de 2011

Carta UNICA


Querido extraño: (excepción única y larga)

Será ésta la primera y última carta que te escriba en español y de esta forma particular, será porque quiero y no decir cosas más allá del aventón emocional. No lo sé. ¿Qué más se puede decir cuando a veces uno tiene tanto por decir pero simplemente no existen las palabras? Es controversial e irónico, sí, de esas ironías obtusas y ásperas que nos arrancan la risa pues a la Señora Ironía le gusta andarse contoneando de aquí para allá con fina entereza y el señor Sarcasmo es su aliado número uno. Así que la vida continúa. SIEMPRE lo hace.

Después de que me elevé al cielo y de que caí una y otra vez uno se da cuenta que en todo esto no cabe ni el azar ni la casualidad, que no existe la coincidencia sino más bien  un plan pero que es ajeno a uno, que es del universo y de su naturaleza, que uno es un títere moviéndose de un lado para otro y que si uno de verdad trabaja en pos de ciertas cosas en su vida las consigue, porque el universo siempre conspira a favor no en contra cuando las cosas salen del corazón. Sin embargo a veces uno se equivoca y confunde sentimientos y emociones y sale lastimado por los mismos errores.

No hay cuenta atrás. No hay paso atrás. Uno sigue. Cuando en el plan egoísta -como ser humano que se es- hay un hueco debe ser porque nos creímos Dios por un momento y lamento esto pero no somos Dios, nos hace falta demasiado. La soberbia nos opaca la explosión de vida y nos mete en una caja y nos entierra en el fondo de los confines para no ser hallada, es entonces cuando es más que obvio que la mente ve lo que escoge ver y que tus ojos ven lo que quieres que vean.

Pero, y volvemos a los desquiciados peros, ¿no es esto fascinante? Cuando la voluntad se rompe y no hay tiempo para vacilar es cuando hay un agujero en el plan. Después llega el punto clímax, que para mí recae en ése momento de la catástrofe en que uno se sienta en la cima, abre los brazos y deja que el viento rose la piel, cierra los ojos y simplemente entiende que las fuerzas de este universo están con uno y lo sostienen, que cada pequeño detalle tiene una trascendencia increíble (efecto mariposa) y que todo es así porque así debió de ser, no hay que ver el dolor que genera en el momento la caída, hay que ver todo lo que uno fue capaz de aprender en su trayecto, y que si cayó no es porque la vida es injusta es porque es irónica y algo nos tiene que contar. Qué rico es darse cuenta, aunque sea de manera cruel, que uno se equivocó y después saber que todo, TODO va a estar bien. Ver la propia estupidez (cualquiera que sea el detonante siempre es estúpido) cayéndose en nuestra cara y ver la escupa de vuelta es simplemente lo que a veces se necesita para aprender, lo menos que hay que hacer pues es aprender, reír, ríe, ¡que riendo se sabe que así debía ser!

Ciertamente he aprendido que cada simple revoloteo en nuestras vidas lejos de querer dejarnos hundidos lo que quiere es que aprendamos a reír, sí reír, siempre y en todo momento porque al final la vida es en serio, sí, pero es irónica y si uno aprende a tomar las cosas como “algo vacilón que pasó” pues ya se caminó la mitad del trecho… ¿Por qué? Pues porque sencillamente la mitad del camino es aceptar lo que nos pasó y el enojo/rencor/dolor nos evita aceptarlo y seguir, si uno simplemente se ríe desde el inicio llega a esa zona donde ve todo uniforme y se dice a sí mismo: Pues sí la verdad es vacilón y se ríe y sigue… y entonces yo digo: realmente ¿qué es mejor? ¿Llorar? ¿Enojarse? O ¿Reír?

Podríamos vivir una vida entera, querido extraño, en el augurio ingrato de la negación pero sería perder el tiempo una vez más y el tiempo es muy valioso.

Podría negarme que existe un Dios que es superior sencillamente porque me rindo a la estupidez humana de decir que no creo en lo que no veo, o tan sólo porque se ha maleado la palabra Dios en muchas partes del mundo y de muchas formas, o incluso puede que me quiera negar la existencia de Dios tan sólo porque yo quiero ser Dios. Pero si yo fuese Dios, o así me lo quisiera creer, recaería en tantos errores que sería también tiempo perdido. Tenemos que entender  que Dios no es un ser que nos juzga con ojo de viejita que palpita su pecho en una iglesia, NO, ese Dios es creado en la mente para controlar a las multitudes, el Dios que yo menciono está en cada uno buscando acomodo, buscando alojamiento, buscando sanar las heridas, buscando sostenernos, buscando elevarnos y buscando que lleguemos a la perfección. Ese Dios del que hablo es sinónimo de poder, porque es la fe el poder más grande que existe, y es un poder a disposición de cualquiera siempre y cuando se le invoque. Si la gente cree en tantas otras cosas ¿qué tiene de malo creer en Dios? No siempre hay que ver con los ojos de la cara, recuerden que lo esencial es invisible a los ojos, guárdense en su interior y busquen lo esencial, está ahí, en ningún otro lugar más que ahí dentro.

Pues sí querido extraño, el pasado es tramposo y nos engatusa cual buen mozo, la mente es traidora y a veces nos quiere aniquilar. Mas si todo es tal cual conspiración de algún dios que desconocemos yo igual reiré y disfrutaré cada momento… ¿Por qué? Porque yo estoy viva y necesito seguirlo estando al menos mientras me dure. Lo único que nos ata a nosotros los “seres humanos” es nuestra propia cabeza si esta ejerce el poder que no tiene que ejercer. Pon tus manos juntas extraño, respira hondo como si fuera tu último respiro, siente a tu ser elevándose y ahí en ese momento lo sabrás todo, para luego desarmarse en tu cabeza, porque es como un rompecabezas que de pronto es destruido y entonces la ironía vuelve, ella siempre está presente en realidad, pues nunca, nunca, se va…

Así que después de que diez mil veces quise ser cabezona y negarme las ventanas en la casa oscura en que metida estaba hasta el orto de recibos por pagar; incluso después de querer simular que no existían puertas por donde salir y entrar; inclusive después de que, por tanta oscuridad y por la incapacidad de ver sin luz, olvidé que existía algo o alguien más; cuando juré que la nada me invadía pues creí que estaba en medio de ella; más aún cuando los viajes al pasado me prohibían disfrutar de mi presente y darme cuenta que se llama “presente” porque a pesar de cualquier cosa es como un regalo; a pesar de toda la estupidez que alguna vez vino a visitarme hablándome de sofismas que casi me hicieron dudar de mis principios básicos de vida; después de todo lo llorado, sufrido, me he detenido en el tiempo sicológico un momento, mis ojos han recorrido ligeramente todas las cosas que hoy conforman ésta, mi realidad irrevertible, y adivina qué querido amigo: pues qué más, ¡me he sonreído! Mi alma ya no está en fuga, vuela con libertad, yo poseo el tiempo y grito la verdad, bailo al compás de los segundos disfrutando sagaz y la dicha me invade mas no la uso ya como antifaz. ¡Ven baila conmigo querido extraño amigo! Ven aborta esta soledad que jamás existió más que en la apariencia emocional por querer sentirme desdichada, ven a irrumpir esta agonía que horneé un día con merengue que sabía a pura ansiedad, tráete contigo ese perfume que embriaga con solo saludar, deja en la entrada las mochilas que te amarran al pasado existencial y corta de raíz esa miseria que albergaba en esta casa la tendencia macabra para de la felicidad escapar…

Siempre hay una verdad bajo la manga y hoy la que digo es: Cada uno tiene lo que se requiere para liberarse a sí mismo.

Aún en la oscuridad más sombría y en el frío más desgarrador, aún en el holocausto, aún cuando todo sabe a final, siempre hay una esperanza para cambiar.

Querido extraño, no te guardes para tu propio funeral, ni te entierres en tu única “verdad”, ni dejes que los cien mil sofismas que en moléculas de aire se unifican para a nuestra mente destructora llegar y para a esa hambre devoradora poder saciar, no te engañes en los días y en las noches disfruta las estrellas que en pos de aniquilar, tu otro “yo” siempre, pero siempre, va a estar. Duerme con un ojo abierto para salvaguardar a tu ser de tu propio ser-rival.

Y me despido mas no me voy, que siempre en la ironía llana y en la risa deliciosa voy a estar, disfrutando cada cosa aunque cada cosa se mueva al ritmo en que tenga que bailar y aunque mi cabeza todo no lo pueda controlar, mi ser es suficientemente capaz de controlar a su temido enemigo: asimismo sin más.

Besos querido extraño, querido amigo, cómo deseaba compartir contigo la locura que me invade, yo te invito a viajar, no traigas mochilas, todo, absolutamente TODO lo que necesitamos en nosotros ya está.

¡Voilà!

Piel de coco

2 comentarios:

  1. "Lo esencial es invisible a los ojos.."
    Excelente.. Me gustó.. Esa conexión con el efecto mariposa que tiene por ahí me llamó mucho la atención.. Me gusta tu manera de pensar y ver las cosas.. I agree!..
    Lovely!..
    Miguel.

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  2. Mil gracias Migue!!! ♥ Me gusta tu comentario... en serio muchas gracias!

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