Cuando se me destrocen todas las murallas
y quede completamente desnuda entre miradas
¿qué tendré para esconder?
Tal vez me viertan de las palmas
alguna que otra bribonada
que no quería hacer conocer
Cuando me quede sin el ego oprimiendo el alma
por lo tanto las razones no tengan razón de nada
cuando las millones de lástimas se disipen como gotas
y la hoguera de la ira permanezca ya sin ropa
Entonces sonreiré callada
y la dicha de partir será mi vigía amada
Y los rincones de la vida
serán tirados al carbón
a yacer entre cenizas que un día
creí eran parte de mi corazón
A la noche ya no lloraré ansiando caricias
de otros seres no envidiaré ni una risa
ni roto un amor me volverá a doler
que entre lo simple que es todo, no quedaría nada por envolver
Por el momento sigo entre la nada
la agonía despiadada me ha de morder los pies
cambio de emoción entre caminata y caminata
repasando las acciones una y otra vez
Por el momento carezco de respuestas
las preguntas me golpean la cabeza
los bolsillos de mi cuerpo
vacíos ya de tanto cuervo
ya ni sangran de este mal
quisiera desmayar.
En algún momento, oh sí,
aunque sea fugaz,
sé que entonces esto terminará.
Ana Lía Casvar
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