Porque se abrupta mi piel
en el silencio profundo
y tan solo mi hiel
te deja moribundo.
Por el agua que nos cayó en los hombros
y bajó a mi cintura delicada
los restos de mí en tus escombros
y en tus ojos me dejaste engatuzada.
Más qué penumbra de idilio
en el menos sentido jamás sentido,
como esa gota resbalando mi libido
te quedas humectando mi ser encendido...
Mas de todo ya no queda nada
un escalofrío me da al recordar tu mirada
y en él muero y vuelvo a nacer
te pasas por mi alma y cuerpo una vez más para nunca volver...
Ana Lía Casvar 2010
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