HOMBRE: Yo hoy…

Puedo escribir de la tristeza hoy 
Porque proviene del cansancio 
Que me provoca la decepción 
Porque se hunde en mi espacio 
Se propaga en mi ser 
Deliberado por las ideas que logro ver 
De otros, otras… de todos… 

Puedo simplemente expresar 
Lo que me pudre 
Lo que me ha de frustrar 
Lo que es vano 
Y de qué sirve 
A veces de nada… 
A veces solo para explotar en mil palabras: 
Pensamientos 
Razones y causas 
Sin sentidos, enojos 
Desesperación 
Un exilio del alma 
Por tanta estupidez… 

Tal vez no lo puedas ver 
Porque hasta ciego te volviste 
Que la vida mujeres te desviste 
Y tú no logras ver lo más simple 

Es sarcástico 
Irónico 
Poco romántico 
Me hincha en odio 
¡Porque a veces te odio! 
Y cuando vuelvo a mirarte 
Y no dejo de pensarte 
Termino por amarte 
Una vez más en el mismo idilio 
Mi martirio 
Mi estupidez 
Porque no hay ocaso 
Que no embarres con el pasado 
Porque sé que te perdiste 
Entre las gentes, a ver quisiste 
Y fuiste, te embriagaste 
Te reíste, jugaste 
Te pareció exótico 
Te volviste loco 
Te apeteció volver 
Y volviste a ver 
A sentir la incertidumbre 
Que entre tus pantalones 
Se quiso volver cumbre 
Pero te avergonzaste 
Te escondiste 
Y te olvidaste 

Pero yo no olvido 
Se me incrusta lo vivido 
Aunque ni sea mío 

Me tortura tu negligencia 
¡Hombre! 
¡Pero que poco hombre a fin de cuentas! 
Que ¿pretendes esconder de tus vivencias? 
Yo me burlo de tu pretensión 
Llámame bruja de alguna maldición 
Y si lo soy con orgullo te digo: 
¡Que no me obligo 
A tu silencio! 
Porque que seas un conveniente que quiera olvidar 
¿Por qué no te afrontas con tu errar? 
¿Por qué fuiste un fracasado? 
Como todo cualquier otro idiota hombre torturado 
Dizque por el instinto… 
Y acaso ¿yo no tengo también instinto? 
Sí, eres ridículo 
Del peor de los peores visto. 

Lo siento, me he exaltado 
Hombre enfadado 
También me burlo de tu enfado 
Te mostraré como el engañado 
Hombre de burla, engaño 
Te he defendido durante años 
Porque la mujer también es mala 
Pero hoy, perdiste por calaña 
Ya no me importa 
No hay nada nuevo 
Sé que aún me sofoca 
Mientras tú piensas en tu placebo 
Que predecible 
¡El hombre “impersuasible”! 
Que irónicamente todas podemos tener 
Ya no tengo qué temer 
De tu frunce de enojo 
¡Porque hoy me mofo! 
¡De tu absurda y estúpida sencillez…! 


Ana Lía Casvar 2007