Entre los escondrijos de mi soledad
entre las compañías que amparan mi vanidad
en el sonido del silencio
a lo lejos cuando una voz musita en calma
y lo oscuro deja al ojo perplejo
sólo sé que a tu recuerdo yo me apego
como un niño a su madre
buscando consuelo
Jamás entenderé cuál dios nos unió
ni cuál enrojecido villano nos separó
y cuál de todos los destellos
brillando a lo lejos
en la inmensidad pesada
nos devolvió el alma
uno al otro
Nunca lo entenderé...
Y son los gritos de mi alma
la desesperación más pura e innata
que te busca entre las hojas secas
de este bosque en llamas
Que te busco entre la montaña
ya desconsolada
y en el dolor de no verte conmigo
solloza mi niña descorazonada
Cuando al fin es de noche
revientan los astros en la lejanía
poniéndole fogoso broche
a esta maldita agonía
Y la explosión de sentires
me envuelve en su ritmo
saciando la ansia turbada
de este ocultismo
Me tiene atrapada
perdida en muchos abismos
sumergida en esta inmensa oleada
me arrastra despiadada
me deja ya sin latidos
Cuando al fin arriba la noche
con su pesadumbre retorcida
con ese olor a cobardía
de no irme tras tus pasos, tras tu coche
Cuando llega y se me planta
con potente llamarada
se fija en mí desgracia
masculla mi avalancha
no tengo más remedio
que gritarle sin reparo:
¡Noche de veneno
deja que el día venga claro!
Cuando al fin llegue la noche
Cuando al fin estés a mi lado
le miraré de reojo
a la noche que es mar desgraciado
te tomaré de mi mano
nuestras almas se unirán en sexo arcano
susurraré mas no en vano
que simplemente Te amo
que simplemente siempre te estuve esperando.
Ana Lía Casvar
Sencillamente perfecto...cada palabra es un golpe de hermosura que embriaga mis sentidos.
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