Cómo caen las gotas del temporal en la ventana desperdigada
Y cómo a lo lejos el horizonte mojado me invita a ser libre
No me he decidido si esta tarde me escapo desesperada
O ¿será mejor el ocaso? ¿El silencio de la madrugada, fiel estirpe?
¡Cómo te asomas sol desdichado! A la penumbra de esta tarde asqueada
Cómo bajan las nubes intranquilas y dispersas por tu regreso
Generando la bravura que existe en mis ojos y mis manos en manifiesto
Sacude mis historias locas de días aterciopelados
Esta inquietud insaciable de la espera en años atolondrados.
Y sin embargo, vuelve el gris obstinante a querer corroer mis deseos
Obligarme, quizás, a cambiarme de asiento
Dejar de mirar la ventana deseando estar lejos
Remordiendo el paso del tiempo y mi larga soledad de hierro
No obstante, reitero, traigo la brisa cósmica hambrienta
Sé que él quería hallarme entre mi rojo caudal de ósculos
Y colmarme brutal de todo lo que me perdí viajando sedienta
¿Dónde estaba? Entre los arbustos impidiéndose volar a mis urgidos espectáculos
Mientras en las calles, imagino su sonrisa a través del vitral y me inquieta…
Voraz muerte lenta…
¡Quiero irme ya! Mas no sé si deba
¿Seré capaz? De obligarme a esta tierra, dejar que me beba
Sin el toque de su calor por las entrañas más extensas
De mi alma desnuda a la deriva de su barco, siempre descubierta…
ALC
Julio 1ero, 2013
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