que eres todo lo que piensas
que lo que se mete en tu cabeza
es lo que dejaste en la mesa
antes de marchar
Piensa hombre que cual tu no hay nadie más
que si acaso incomprendido viajas sin rumbo sin paz
Que si te visita la cigarra enfiestada y audaz
te invita a seguirla al país de las marañas
en donde te sucumbe el canto a la verdad
Piensa hombre piensa
que soy bruja sin dudar
o acaso una niña asustada del amor y su rival
que si vengo a tus ojos
a palpar el brillo tedioso
que te provoca mi ironía
no es más que mi osadía
buscándote babear
Piensa hombre piensa,
siente hombre siente
que si te hablara yo de más
acaso se convertiría mi palabra en la luz que traspasarás
mas hombre hay lujos que no te dejo disfrutar
tan sólo porque la satisfacción se queda aquí en su lugar
y conmigo seguirá...
Piensa hombre piensa
que me miras por debajo de tu placentera certeza
que no tengo redes o que me las ha creado un voraz
mas con redes no sería mujer de este son ardiente y fugaz
Piensa hombre piensa
que disfruto los delirios de simpleza
que me aguardo en la taberna
esperándote llegar
que si llegas y de pronto
seré tu juego a ganar
vencedor te quedarás
en tu pensamiento nada más
Piensa hombre piensa
que total y estoy en juerga
lejos del alcance de tu cincel
y acaso cerca también
apenas para que se te retuerza
esa mente esa sien
porque me he metido en cada vena
de la sangre que a tu cabeza rodea
y te vibro en el paladar
creándote la convulsión
en el deseo hondo, en tu estabilidad
Piensa hombre piensa
que Da Vinci pensaba más
cuando se dio cuenta
que la mente alberga
tan sólo lo que quiere albergar
y que todo existe
bajo su manto de oscura manipulación
vetando fantasías o realidades
según sea su condición.
Brinda a mi salud, hombre que piensa
que por lo menos y por un rato
¡Te durará la impertinencia!
Ana Lía Casvar
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