...Despertar...

Y me levanté hoy después de haber dormido pocas horas... La razón ya no importa y de mis odiosadas para eso es mejor que me conozcan.

Edité aquí este escrito una vez más y días después de haberlo posteado porque  TODO es cuestión de perspectiva  pero olvidé el importante aspecto que, a pesar de todo, cada quién tiene su propia perspectiva, aspecto que NO hay que olvidar.

Y bueno después de mi pequeñito /vacilón incidente heme aquí. He estado pensando en mucho últimamente, cosa que por naturaleza es parte de cada segundo de mi existencia, a veces es peligroso porque la mente vuela y entonces le tengo que poner un stop, vicisitudes de la vida y del vivir, o, como diría mi madre, “chispas del oficio”. Es en momentos así cuando entro en la desesperación mental, ataque nervioso, cuando necesito casi fisiológicamente abrir Word y empezar mi explotación “palabréjica” para dejar ir al mundo lo que tengo, coherente o no, es una práctica que ayuda, la recomiendo aunque sé muy bien y claramente que no todos pueden dejar ir su ser al mundo de igual manera, si esto no les ayuda pueden buscarse algo más, pero siempre hay algo.

Ayer tuve un día curiosillo… y me aprovecho acá de que precisamente con uno de los que entablé conversación curiosa aunque conoce mi blog es medio perezoso para leerlo o tal vez es que prefiere tenerme enfrente hablando como descocida… ¡uno nunca sabe! XD Aprovecho también que hace muchos días y varios meses no tengo un post como este, generalmente escribo más  “poéticamente” o al menos más elevadamente, de manera que tal vez y sólo tal vez haga falta algo más normalito o más corrientillo, ¡qué sé yo! Y es que a decir verdad yo para estos tipos de posts apesto, pero hardcore, me enredo me “complejizo” es extraño y hasta incluso irónico, lo sé.

¡En fin! Voy a darle seguimiento a lo que quiero decir, aunque aún no lo tenga muy claro. Hace meses escribí “Creo que ha llegado la hora” después escribí “Después de que la hora se pasó y el viaje se emprendió” y he tenido pendiente, por vario tiempo ya, este post, al que titulé desde hace rato “Despertar”… Así que “despertar”… como cuando uno se despierta de un largo sueño, o de una larga noche con ronquidos ajenos, o como cuando uno está físicamente despierto, va al trabajo, a la universidad, habla con gente, regresa a la casa, se va, visita lugares y así “vive” la vida pero en realidad no, porque se encuentra en un letargo en el que se ha puesto tan pero tan cómodo que los motivos para salir de él simplemente de un momento a otro dejaron de existir.

Y es que yo ciertamente necesito más que una zona de confort para poder seguir, para poder vivir. Tal vez no me pueda expresar bien y he aquí el dilema existencial por el cual este escrito había quedado trabado entre los días que se acercan, pasan frente a nuestros ojos y se alejan con una rapidez espeluznante… Para ver si me expreso mejor: nunca compré el cuaderno para plantear mis objetivos pero éstos nunca abandonaron mi cabeza, necesitaba arreglar un par de cosas de mi vida, ya fuera tomar camino A o camino B, el punto de partida estaba entre esa intersección a pesar de que sé que generalmente vemos sólo dos posibles caminos y suelen haber más, en este caso al menos, en este punto de partida eran dos, simplemente: ¿me voy o me quedo? ¿Entienden? Con todas las repercusiones de A si tomaba opción A y todas las de B si tomaba opción B, y asumir responsabilidad total. 

Así que primeramente me costó un poco de tiempo la asimilación, llegar al punto donde se tiene que tomar una decisión, ejecutar dicha decisión y acarrear con las-que-sean consecuencias debido a que todo esto trae consigo una montaña de preocupaciones, ¿por qué?

Bueno primeramente es natural, tomar una decisión por ende trae la ejecución casi inmediata de un cambio en las condiciones y el ambiente, por otro lado trae consigo la ejecución de un cambio de inicio inmediato mas no de terminación inmediata, sería el cambio interno generado y tomado a raíz de la decisión. 

Por otro lado tomar la decisión es equivalente a abrir la puerta a algo nuevo para dejar atrás algo viejo, abandonar la zona de confort que aunque generaba confort no estaba bien, el confort se generó a raíz de la rutina, la conformidad, la costumbre y el paso de los días, claro está es algo que se generó mentalmente pues si las condiciones están de X forma y hay mínimo dos partes involucradas y en momentos claves ninguna pone de su parte o sólo una lo hace, o si el esfuerzo no es el necesario para hacer mover algo, es entonces cuando todo queda igual sin mejorar, pero los días se pasan, la vida ocupa el tiempo, la rutina es siempre la misma y el ambiente también, entonces la mente hace creer que bajo ese mar de cosas todo está bien y de alguna manera así tiene que ser, hasta que pasa algo, un *pleito* una alteración y entonces se le riegue el agua al vaso y se retome “aquí está todo o algo mal y evidentemente requiere una acción”  mas si esto solo nace y muere en el pensamiento y no pasa a la ejecución entonces se cae en un círculo perfecto de conformidad y estupidez, estupidez sí porque sólo la gente estúpida prefiere quedarse siempre en el mismo punto por comodidad para no arriesgarse a subir un peldaño dejando todo lo malo atrás. 

Es aquí donde viene el otro punto de preocupación, el famoso y temible (irónicamente) *miedo*. El miedo al cambio, el miedo a fallar, el miedo a estarse equivocando, el miedo a no seguir, el miedo a dejar algo o a alguien atrás, el miedo a estar solo, el miedo al fracaso… En fin el miedo, es cuando recuerdo una frase de un libro que una vez leí “el miedo detiene el fluir de la energía y la intuición”. ¿Cuántas veces nos hemos privado de algo tan sólo por miedo? Y después nos arrepentimos, por eso dicen tantas canciones “but if you never try you’ll never know” y es taaaan cierto, el famoso y estúpido miedo, sólo recuerden cuando alguien cree no tiene miedo, “believe and you will find your way” dice otra canción, qué remolino mágico envuelve esa palabra y esa acción… CREER… la fe y la seguridad con la que se lleven a cabo las cosas garantiza prácticamente su éxito, es algo que pocos saben realmente, es algo que unos saben pero no creen realmente, es algo que varios creen pero no practican realmente, es algo que unos cuantos creen y practican pero con duda realmente, y es algo que uno en un millón cree y vive y logra verdaderamente, yo lo único, les juro, lo único que me pregunto es ¿qué diablos estamos esperando? Las cosas están ahí a la vuelta de la esquina, ¿¿por qué no despertarnos e ir por ellas?? Unas cosas en la vida llegan otras hay que salir a buscarlas, porque el que no busca no encuentra, el que no se arriesga no gana, el que no cree no tiene nada. 

Créanme: el mundo conspira a nuestro favor. 

El otro punto a considerar es la extrema preocupación sobre lo que ha de venir, la incertidumbre del °°futuro°° sea cercano o no, nos hace divagar como idiotas en posibles escenarios que ni siquiera están sucediendo ni van a suceder porque la decisión ni siquiera está hecha y nos hace perdernos en el océano del delirio y el miedo, porque se dice que se le teme a lo que se desconoce y el futuro es incierto, ¿cierto? (juego de palabras). Recuerdo justo aquí una clase en la universidad en la cual estudiamos las técnicas de comprensión de lectura y el mal empleo de ciertas frases, por ejemplo decir: “es un hecho que va a llover”, ¡jamás puede ser un hecho porque aún no ha llovido! Bueno yo siento que es lo mismo… pensar en esas cosas es estúpido y es en vano… entonces ¿¡para qué perder el tiempo!?

Prosigo… si juntamos todas las anteriores, que evidentemente requieren de una exploración más intrínseca para poder dejarlo claro como me gustaría pero que por razones de tiempo y espacio ( sí espacio, lo que pasa es que se me haría re largo el post) no lo hago así, pero si juntamos esos puntos expresos previamente, esa montaña de preocupaciones se vuelve más que pura preocupación, se vuelve en lo que yo llamo °°°una pesadumbre rocosa°°°, una marea de hipnotismo negativo en el que uno se debilita y se deprime, en el que la cabeza se aturde tanto al punto que se siente en medio de la nada y la luz deja de verse y la oscuridad se aproxima, así que aquí va otro consejito: hay momentos en los que un@ se debe sentar en un sillón, debe ver la lejanía, la hermosa vista de la naturaleza perfecta, debe dejar que las imágenes pasen todas juntas y rápidamente por la mente y vomitar esos pensamientos lejos, ser el centro de energía y saber que usted, quien-quiera-que-sea, sí USTED, es capaz de lo que sea que usted desee simplemente por el hecho de desearlo y creer en su poder, deje ir las ataduras, mande los pensamientos a unas largas vacaciones, refúgiese en su corazón y respire profundamente y con paz y sienta como la energía fluye por sus venas, siéntase vivo, ¡despierte! Albergue todas las oportunidades que tiene para recomenzar si es que el camino anterior no fue el correcto o el mejor y sepa que claramente por más que tome la decisión que sea, (no importa tanto la decisión en realidad) mientras esa decisión sea tomada, usted es capaz de llevar a cabo incluso la tarea más ardua y que todo, todo TODO saldrá mil veces mejor de lo que jamás imaginó, porque la mitad del camino está en su mente, si usted logró botar la pesadumbre rocosa a la basura o mandarla de vacaciones ya tiene el 50% del camino ganado. Nunca es fácil pero nunca es imposible.

Así que despierte de ese letargo, encienda sus motores y arranque,  despliegue sus fuerzas y deje atrás lo que tenga que, abandone todo lo que tenga que abandonar y emprenda el camino, abrace el momento, porque cada momento es único e irrepetible y es el único que posee, cada segundo de su  °ahora° es el más valioso y el que marca la diferencia, recuerde su inmortalidad, recuerde que somos eternos, que todo el dolor es una ilusión, JAMÁS se devuelva, su espíritu debe ser fuerte, enriquézcase con Dios, si no cree en Dios crea en algo, ¡¡NUNCA deje de creer!! NUNCA.

Despertar… es despertar. Despierte y sienta y viva lo que la vida tiene para usted. Si nunca despierta nunca lo sabrá.

¡Saludos!

Ana Lía Casvar